Martí fichaje para la NBA
Por sorprendente que parezca la noticia, es cierta. José Luis Martí se pasó anoche al baloncesto. El medio sevillista participó esta madrugada en la retransmición del tercer partido de las finales de la NBA.
Martí se trasladó al plató de Sogecable de Tres Cantos (Madrid) para participar como comentarista invitado en la transmición, que tradicionalmente viene haciendo Canal +, con motivo de las finales de la NBA. El mallorquín demostró ser gran conocedor del baloncesto, y en especial de la NBA, en la mesa que compartió con el hasta hace poco entrenador del Caja, Oscar Quintana, y con el presentador de Tres Cantos. Los famosos Montes y Daimiel se encontraban en Detroit, aunque desde allí dialogaron con Martí y le hicieron interesantes preguntas, no faltas de cierto cachondeito. Se comparó, varias veces, el juego de Detroit, famoso por su rocosidad y dureza, con el del Sevilla, a lo que el jugador respondió que "no es comparable, aunque es cierto que el Sevilla es un equipo compacto y muy conjuntado en el que se busca el juego de todo el equipo". Siempre que se aludía a este tema se denotaba en el discurso del centrocampista todavía latente la influencia de Caparrós. La filosofía del de Utrera está grabada en la mente de cada jugador, y Martí, uno de sus fijos hasta este año, aún sigue pensando de forma caparrosiana.
Para los amantes del baloncesto tenemos un dato: Anthony Daimiel y Andrés Montes al comparar el Sevilla de Caparrós con los míticos Bad Boys de Detroit, coincidieron en proyectar el papel de Martí al del bicampeón Joe Dumars, en la actualidad presidente de los Pistons.
No hay que sacar los pies del tiesto, ni llevarse las manos a la cabeza porque las insinuaciones al juego duro del Sevilla no fueron vertidas con la maldad que acostumbran los medios de la capital. Pero es ciertamente triste que un equipo con los logros del Sevilla en las últimas campañas sea recordado por su juego duro. Todo por obra y gracia de unos imparciales y manipuladores periodistas de Madrid.
Volviendo al tema. Martí, algo tímido y con la cabeza baja durante los primeros minutos, acabó demostrando una gran oratoria, capacidad y velocidad de análisis del juego, que explica lo bien que desempeña su trabajo en la media de Nervión. Anoche quedó claro que cuando deje el fútbol, aún queda, tendrá espacio en los medios de comunicación. ¡Enhorabuena José Luis!
Martí se trasladó al plató de Sogecable de Tres Cantos (Madrid) para participar como comentarista invitado en la transmición, que tradicionalmente viene haciendo Canal +, con motivo de las finales de la NBA. El mallorquín demostró ser gran conocedor del baloncesto, y en especial de la NBA, en la mesa que compartió con el hasta hace poco entrenador del Caja, Oscar Quintana, y con el presentador de Tres Cantos. Los famosos Montes y Daimiel se encontraban en Detroit, aunque desde allí dialogaron con Martí y le hicieron interesantes preguntas, no faltas de cierto cachondeito. Se comparó, varias veces, el juego de Detroit, famoso por su rocosidad y dureza, con el del Sevilla, a lo que el jugador respondió que "no es comparable, aunque es cierto que el Sevilla es un equipo compacto y muy conjuntado en el que se busca el juego de todo el equipo". Siempre que se aludía a este tema se denotaba en el discurso del centrocampista todavía latente la influencia de Caparrós. La filosofía del de Utrera está grabada en la mente de cada jugador, y Martí, uno de sus fijos hasta este año, aún sigue pensando de forma caparrosiana.
Para los amantes del baloncesto tenemos un dato: Anthony Daimiel y Andrés Montes al comparar el Sevilla de Caparrós con los míticos Bad Boys de Detroit, coincidieron en proyectar el papel de Martí al del bicampeón Joe Dumars, en la actualidad presidente de los Pistons.
No hay que sacar los pies del tiesto, ni llevarse las manos a la cabeza porque las insinuaciones al juego duro del Sevilla no fueron vertidas con la maldad que acostumbran los medios de la capital. Pero es ciertamente triste que un equipo con los logros del Sevilla en las últimas campañas sea recordado por su juego duro. Todo por obra y gracia de unos imparciales y manipuladores periodistas de Madrid.
Volviendo al tema. Martí, algo tímido y con la cabeza baja durante los primeros minutos, acabó demostrando una gran oratoria, capacidad y velocidad de análisis del juego, que explica lo bien que desempeña su trabajo en la media de Nervión. Anoche quedó claro que cuando deje el fútbol, aún queda, tendrá espacio en los medios de comunicación. ¡Enhorabuena José Luis!
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